Otra de nuestras actividades como grupo, son las cruzadas de amor. Cuando recién nos embarcamos en esta tarea de regalar alegría, decidimos hacer nuestra primera cruzada en el Hogar Juan pablo II, un hogar de abrigo que atiende a niños y niñas que padecen de HIV.
Allí le dan la contención espiritual, afectiva, la educación y una atención integral, para que estos niños puedan crecer dentro de la sociedad sin discriminación y haciendo uso de sus derechos.
Tal es nuestra admiración por el trabajo de las hermanas de la caridad, que trabajan en el hogar y por las ganas de salir adelante de estos niños, que el hecho de haberlos conocido, nos permitió cumplir a nosotros los voluntarios, nuestro sueño.
Relevamos los sueños y grande fue nuestra sorpresa cuando ellos nos pidieron conocer un parque de diversiones.
En una cruzada de amor y con la presencia del personaje Barnie, visitamos un conocido shopping de Asunción, donde los niños por primera vez pudieron salir de excursión con un destino final la ALEGRIA.
Comieron hamburguesas acompañados de payasos y desplegaron sus carcajadas, juegos, alegría y toda su luz en el parque interno.
La emoción de estos niños no se puede explicar con palabras.
Deseamos que el día no acabara nunca. Estamos seguros de que se llenaron el alma.
Cuando retornábamos de la actividad entre el sueño, el cansancio, besos de agradecimiento pudimos apreciar la felicidad, con sus abrazos que nos llegaron al alma.
Todos los niños que participaron de esta cruzada siguen hoy luchando no solo por su salud sino por sus sueños.
Y el aprendizaje que queremos compartir con esta historia es la grandeza que hay en cada niño..No nos pidieron juguetes, no pidieron un bien material, pidieron que su ilusión se haga realidad.
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